La realidad obliga al estado chileno a reconocer el poder de los Mapuche  y la legitimidad de su lucha.Para esta tercera semana de diciembre de  2011 el gobierno tiene contemplado hacer entrega de la propiedad de las  casi 3.000 hectáreas de los fundos Santa Rosa de Colpi y Chorrillos a  tres comunidades de la zona de Traiguen. Se trata de las históricas y  emblemáticas Didaico, Pantano y Temulemu.bold text
 Por País Mapuche
¿Solución de un Problema?, ¿Problema de quien?
Recordemos que Forestal Mininco es parte del holding CMPC,  de propiedad de la familia Matte, una de las más importantes fortunas  de Chile y en Wallmapu es poseedora de más hectáreas de tierra que todos  los comuneros de wallmapu. 
En los conflictos por tierras que mantiene la empresa con muchas  comunidades mapuche, esta siempre ha mantenido una postura de no vender.  Por otro lado los gobiernos de turno siempre han mantenido un discurso  anti tomas, defendiendo el estado de derecho y la sacrosanta propiedad  privada. 
En conjunto y con la ventaja que les da el control de los medios  masivos de comunicación, los sectores antimapuche han criminalizado la  lucha de las comunidades y a sus dirigentes, y han querido instalar en  el imaginario colectivo la idea del mapuche terrorista. 
Sin embargo el consecutivo traspaso de los emblemáticos predios en conflicto, como el caso de los fundos Santa Rosa y Chorrillos,  que serán traspasados a las tres comunidades que lo ocuparon por la  fuerza hace casi 14 años, hace que los discursos negadores del ocupante  colonialista chileno se caigan a pedazos y que la realidad en wallmapu  se imponga. 
En Wallmapu el estado de derecho del ocupante chileno se ve  obligado a ceder, a contextualizarse de algún modo, a moldearse y  relativizarse para poder subsistir, para mantenerse aunque sea por un  tiempo mas, hasta que la realidad se imponga por completo y Wallmapu,  nuestro país mapuche deje de ser invisible. 
Pequeños pasos que muestran el camino:
Rukañanco: 
Las más de 200 hectáreas que Forestal Mininco mantenía usurpadas a la comunidad Juana Millahual  desde hacía décadas fueron recuperadas por la fuerza por la propia  comunidad en un proceso que se inició el año ’98 y que se consolida  alrededor del 2001. 
Fueron también décadas de tramitaciones engorrosas, fallos  incumplidos y muchísimo tiempo perdido por anteriores dirigentes que  mantuvieron una actitud cívica que cada día resultaba más estéril, la  que canso a los comuneros de Rukañanco y los convenció de confiar en su  propia fuerza para hacer justicia y expulsar a los usurpadores en una  reocupación que ya lleva 14 años. 
A la larga los mismos tribunales que primero encarcelaron a sus  dirigentes y ordenaron un sinnúmero de allanamientos, más tarde ha  reconocido que Rukañanco tenia razón, que la empresa de Eleodoro Matte  no puede demostrar claramente la propiedad de la tierra y por lo tanto  no puede reclamar el predio. Tácitamente están reconociendo que esas 200  hectáreas habían estado durante años usurpadas, implícitamente han  reconocido que aquí existió un robo, al cual no pusieron fin los  tribunales chilenos sino los propios mapuche.
Yeupeko:
El 03 de enero de 2008 al interior del fundo Santa Margarita de Vilkun fue asesinado a mansalva el peñi Matías Catrileo,  lo que marca el punto más álgido de un proceso de recuperación  territorial iniciado por comunidades del sector el año 2000. Ese año las  comunidades de Yeupeko tomaron la decisión de expulsar al winka que  ocupaba sus tierras ancestrales. Cansados también de tanto atropello,  tanta injusticia, tanto saqueo. 
Por esto fueron criminalizados, reprimidos, golpeados sus mujeres, ancianos y niños, fueron encarcelados, fueron ASESINADOS. 
Pese a todo, el año 2010 las tierras que ocupaba ilegítimamente uno de los Luschinger  (jorge), fueron devueltas. Fueron más de 400 hectáreas que volvieron a  sus legítimos dueños. Y aunque faltan otros Luschinger que deben  abandonar la zona, así como otros cuyos apellidos resultan casi  impronunciables(como seguramente le suenan los nuestros a ellos) es un  hecho que la resistencia mapuche gano un punto y Wallmapu avanzo un  pequeño paso. 
Chequenco:
El año 2000 las comunidades del lof Chequenco en Ercilla  iniciaron la recuperación del fundo Chihuaihue, cuya reocupación se  consolido el año 2001 con el abandono de la propiedad y la expulsión de  los inquilinos y administradores. 
Ocupado por más de 10 años por la comunidad finalmente el estado  chileno reconoce la propiedad de los mapuches y hace entrega del titulo  de dominio a sus legitimos dueños. 
Los costos sociales no fueron menores y aun el lonko Juan Ciriaco Millacheo  debe mantenerse en la clandestinidad, luego de ser condenado a 10 años  de cárcel acusado de incendio en el fundo Poluco Pidenco, en un juicio  plagado de arbitrariedades y vicios, donde los testigos protegidos  usados por la fiscalía, con posterioridad, han reconocido públicamente  que mintieron a cambio de pagos por parte del estado chileno. 
Kaillin: 
En Collipulli el fundo Ginebra ha sido el más emblemático de los predios devueltos. La comunidad Ailla Varela  tomo la decisión el año 1999 de recuperar sus tierras y durante varios  años debió enfrentar no solo a la policía chilena sino también a  paramilitares de derecha y a la persecución judicial. Varios fueron los  comuneros que purgaron cárcel o clandestinidad por estas tierras. Pero  el estado debió ceder a la terca realidad y traspasar las 430 hectáreas a  la comunidad. 
Temucuicui:
Aunque hoy en día las comunidades del lof Temucuicui se enfrentan  a un particular, la primera batalla la dieron por el fundo Alaska que  estuvo usurpado por muchísimo tiempo por forestal Mininco  y que finalmente debió devolver a través del estado chileno las 2000  hectáreas a los mapuche. Una parte del predio había sido traspasados a  un particular, Rene Urban y no fue devuelta en su oportunidad, lo que explica el conflicto de hoy. 
Pascual Coña:
La hacienda Lleu Lleu había sido ya declarada en conflicto, cuando un prepotente Osvaldo Carvajal  la adquiere al anterior usurpador. Quizás confiando en sus buenos lazos  con sectores políticos de derecha e izquierda y a su vinculación  familiar con el poder y las mafias es que Carvajal pretende imponer a  las comunidades sus intereses empresariales. 
Pero la realidad se impuso y la hacienda Lleu Lleu paso a manos  de algunos comuneros el año 2006. A pesar que la corrupción y las malas  prácticas jugaron un papel desastroso en Pascual Coña en una situación  aun no resuelta, no es menor que el winka halla abandonado Wallmapu. 
Nalcahue:
Desde el año 2001 esta comunidad de CholChol, mantiene la ocupación del fundo El Carmen que bosques Arauco les había arrebatado varias décadas atrás. 
Comunidad Juan Lincopan de Ranquilwe:
El fundo Ranquilwe ha sido reclamado pacíficamente por el lof Ranquilwe  desde los años 90 y desde el año 2001 han hecho varios intentos por  recuperarlo, sin resultados, tampoco sirvieron la infinidad de tramites y  reclamos en oficinas públicas de muchos de sus dirigentes. 
Por el contrario el predio se mantuvo con resguardo policial  durante años antes que en octubre de 2008 la comunidad, con el apoyo de  cerca de 200 personas de comunidades vecinas expulsara a fuerzas  especiales de la policía chilena e iniciara la reocupación del predio. 
Actualmente los comuneros mantienen extensiones importantes de  chacras en el predio y aunque la judicialización de los dirigentes ha  entrado también en tierra derecha, la decisión de mantener ocupado el  predio se mantiene y el fundo Ranquilwe ha vuelto a manos de los mapuche  para siempre. 
El caso Temulemu-Pantano- Didaico:
Durante 1998, estas comunidades iniciaron un proceso de  recuperación de sus tierras antiguas, las que se encontraban en manos de  varias empresas forestales y particulares. Aunque el reclamo por estos  terrenos tiene tantos años como la ocupación chilena de nuestro país, en  ese año las comunidades reafirman su reclamo y deciden confiar en sus  propias fuerzas para revertir la situación. 
Esta decisión comunitaria fue apoyada por hermanos que llegaban  desde distintas partes de Wallmapu entendiendo que se trataba de  realizar un hecho que seria histórico, la expulsión de los saqueadores  de nuestra tierra y la recuperación de un territorio importante no solo  para las tres comunidades sino para todos los Mapuche. 
Luego de muchas acciones de hostigamiento a la empresa, de  innumerables enfrentamientos con la policía chilena que resguardaba el  predio, así como también con la guardia blanca que contrataba la  forestal. Esta finalmente abandonó las cerca de 3.000 hectáreas ubicadas  en medio de las tres comunidades. A la par los comuneros avanzan,  ocupan el predio con animales, siembras y trabajos forestales,  finalmente construyen viviendas al interior del predio. 
Esta es la realidad que el estado se ve obligado a reconocer hoy  al traspasar la propiedad legal del terreno a las comunidades que lo  ocupan desde hace casi 14 años. 
Pero no se trata de un acto de buena voluntad del gobierno ni un gesto de amistad del estado chileno y Forestal Mininco hacia las comunidades, porque el proceso antes descrito ha tenido para los comuneros de Temulemu y Didaico  principalmente, costos humanos altísimos pues la represión antimapuche  tuvo aquí expresiones grotescas. El encarcelamiento de los dirigentes  emblemáticos, los lonkos Pascual Pichun y Aniceto Norin, además de Patricia Troncoso Robles,  La chepa, y las injustas condenas que debieron purgar, fueron conocidas  y rechazadas a nivel mundial. No olvidemos tampoco el encarcelamiento  de los hermanos Rafael y Pascual Pichun, hijos del lonko de Temulemu, y de muchos otros comuneros que pasaron por la cárcel o fueron perseguidos a causa de esta lucha. 
Y es que la represión antimapuche fue de tal magnitud en esta  zona, que los costos sociales y humanos que debieron pagar las  comunidades de Temulemu y Diádico, afectaron incluso la integridad moral  de sus dirigentes, permitiendo al estado chileno y la empresa  introducir algunos mecanismos de control adosados al traspaso, cuestión  que no es bienvenida por todos. 
El estado chileno al reconocer esta realidad, que las tierras de  Chorrillos y Santa Rosa nunca mas dejaran de ser mapuche, esta  reconociendo también que la represión sufrida por los comuneros es  injusta. 
Forestal Mininco no podrá  volver a lucrar con estas tierras, por eso recurre al estado para que  le pague por no poder usar 3.000 hectáreas en Wallmapu, 3.000 hectáreas  que no le habían costado nada, puesto que fueron traspasadas a su  antecesora Forestal Crecex de manera prácticamente gratuita, a través de una venta que resultaba ser una mera formalidad. 
Los cara de palo siguen robando: Cara de palo el gobierno que  paga por esta tierra que ya había regalado sin ser propia y cara de palo  la forestal que cobra por un bien que nunca fue suyo. 
El estado chileno entonces no le resuelve un problema a los  Mapuche que ya hace 14 años decidieron como resolver sus problemas, le  resuelve un problema a Forestal Mininco.  (El contar en su balance con un activo de 3.000 hectáreas que no genera  ingresos.) de la misma forma como corrió a resolver el problema que  tuvieron: Osvaldo Carvajal, Jorge Luschinger, Eduardo Jequier y otros colonos chilenos en Wallmapu que debieron irse. 
Seguramente como deberá resolver los problemas que tendrán otros como Juan Agustin Figueroa en la misma zona o los otros Luschinguer que quedan, o Rene Urban, Pablo Herdener, Sergio Gonzáles, Etc. 
Porque este estado chileno funciona pero para los chilenos, no así para los Mapuche, que deben confiar en su propia fuerza. 
Si la solución al problema que enfrenta a los Mapuche con el  Estado chileno y sus colonos en wallmapu pasa por la devolución de las  tierras, como se vio obligado a reconocer el estado, no seria mejor  evitarse tanta represión y atropellos y establecer un plan de entrega  calendarizado. 
La realidad se impone WALLMAPU EXISTE, es un hecho. Y avanza, aunque sea a pasos de tortuga, también es un hecho.
Fuente:
 http://www.mapuexpress.net/?act=news&id=7988










