Las niñas y niños huelguistas se trasladaron a plena Alameda -tapiada  por la dictadura, sus herederas democracias y la patronal derecha chilena- para que les veamos… padecer (?!)…

Por Victoria Aldunate,  mujerescreandocomunidad.blogspot.com 
Fuente: Kaos en la Red
... Y de paso, que el obtuso  ministro de salud Jaime Mañalich, calle su boca prepotente e infanticida  porque la huelga es real...
Maura -con amigdalitis-, Francisco -con otitis- y Jhoana, llevan 64 días en huelga de hambre. Carla de 15 años y Sergio, apoderado, llevan 33 días. Y Silvia,  apoderada golpeada y detenida por carabineros de $hile el día 18 de  septiembre –día patrio-, hoy 21 debió dejar la huelga por serios  problemas de salud. El equipo de médicas y médicos solidarios que los  asisten, lo certifican. 
La Chepa
Patricia Troncoso Robles, la Chepa, comunera mapuche que estuvo 100 días en huelga de hambre bajo el gobierno concertacionista que lideró Michele Bachelet, llamó a las y los huelguistas para darles su apoyo, y expresó que quiere, además de solidarizar, denunciar “la crueldad del estado chileno” que en su opinión, “se muestra en este momento en su máxima expresión. Ahora, contra niños y niñas”. 
Para Patricia, todos los que están en el gobierno actual son  exitosos empresarios y no quieren que cambie nada para no perder ni un  peso, porque esto es una lucha de clases donde los más pobres son mano  de obra barata... "Los empresarios  saben que con el crédito amarran la mitad de la vida de cada uno de  ellos -y no sólo con los créditos universitarios, si no con todos los  créditos, con las tarjetas de crédito también-. Y en el caso de los  estudiantes universitarios, estos se transforman en mano de obra  calificada que seguirá siendo pobre aunque sea calificada”. Ella cree que “estas  niñas y niños han dado en el clavo porque han entendido que no se trata  sólo de la Educación si no de un problema de clases”.
Unificación y autonomía contra la indolencia
Johana Shoapa, lleva 64 días en huelga de hambre, tiene 17 años, es del Liceo Darío Salas. Expresa que el “El gobierno es indolente, no se pronunció ni siquiera cuando hubo 70 huelguistas. Hoy somos 5 y no nos bajamos igual”.
Maura Roque, también lleva 64 días en huelga de hambre, tiene 18 años y dice: “Queremos  que esto se termine lo más pronto posible, pero ya no está en nuestras  manos, está en las manos de este gobierno la decisión... Estamos con más  fuerza que nunca. Hemos visto como la gente se nos ha acercado y nos ha  dicho” ¡Fuerza chiquillas, gracias por hacer esto!”,  y puchas eso nos da más fuerza... Había que venirse a la Alameda porque  estábamos siendo invisibilizados por los medios de comunicación  masiva…”. Y es que, Jhoanna cree que “la gente se basa más en eso de ver para creer, y bueno, aquí estamos, hay gente que se emociona, que firma, que apoya” relata. 
Jhoanna y Maura, como los demás huelguistas, subrayan su autonomía y que no son parte de la ACES ni de ninguna otra organización, pero están por la unificación del movimiento y piensan que es fundamental que “la Asamblea Coordinadora de Estudiantes (ACES) que representa a un segmento amplio de la población estudiantil sea parte de cualquier diálogo y que no se quede nadie afuera”. 
Ambas tienen la convicción de que lo que exigen es absolutamente posible y justo: “EDUCACIÓN GRATUITA Y DE CALIDAD PARA TODAS Y TODOS” y que el único impedimento es que “la gente de arriba es tan ambiciosa que no quiere soltar el dinero porque es mucha plata la que está de por medio...” 
Nosotras entonces nos quedamos preguntando ¿Qué plata puede equipararse a la vida de estas niñas y niños?... 
Piñera, Mañalich, Bulnes y sus secuaces tendrían que responder, claro está... Pero ¿y nosotras y nosotros, qué haremos hoy? 
Las y los huelguistas están en el frontis de la Casa Central de  la Universidad de Chile, en la Avenida Alameda (Av. Libertador Bernardo  O'Higgins, 1058), metro U. de Chile, vereda sur -Santiago-, requieren  agua, suero, mascarillas, medicamentos, y sobre todo que todo este país  al que intentan despabilar, asuma su responsabilidad social.